Mi nombre es José L. Marrero-Rosado y soy un bioarqueólogo que trabaja principalmente en el Caribe. Como bioarqueólogo, estudio restos humanos en sitios arqueológicos para aprender más sobre la vida de poblaciones pasadas. Actualmente soy candidato doctoral en Antropología (la arqueología es uno de los cuatro subcampos principales de la antropología, el estudio de los seres humanos) en la Universidad de California en Berkeley, donde estoy completando mi tesis acerca de la relación entre la violencia estructural y enfermedades infecciosas a través de la evidencia arqueológica. Nunca pensé que me convertiría en arqueólogo, ya que seguir esta carrera sucedió casi por casualidad. En la universidad me especialicé en Bioquímica, pero me expuse a la arqueología a través de una clase que elegí solo para cumplir con algunos requisitos del plan de estudios de la universidad. Dos años después de tomar esa clase, me estaba matriculando en un programa doctoral en arqueología.
La arqueología es un campo verdaderamente fascinante. Hay tres aspectos principales que me gustan de este campo. Primero, puedes viajar y aprender sobre diferentes culturas, pasadas y presentes. En segundo lugar, puedes descubrir cosas, así como encontrar artefactos que nadie ha visto durante siglos o incluso milenios. Por último, puedes contribuir, confirmar y, a veces, desafiar lo que dicen los libros de historia acerca de un área, grupo o período en particular.
En este kit encontrarás información de los habitantes indígenas del Caribe, particularmente los taínos. Este kit cubrirá la migración, los encuentros culturales, la adaptación, y el cambio climático y ambiental como factores clave que dieron forma a la historia caribeña previo al contacto (es decir, antes de la llegada de los españoles). Además, les contaré sobre temas como los deportes y la mitología taína para llegar a una imagen más certera y completa de quiénes eran los indígenas caribeños y cómo vivían. Para contextualizar parte de esta información, discutiré algunos ejemplos de sitios arqueológicos en el Caribe, principalmente el sitio de Caguana (Utuado, Puerto Rico) y Playa Jayuya (Fajardo, Puerto Rico).
Para mí, todo lo que se incluye en este kit es extremadamente significativo, ya que ofrece un vistazo a la vida de mis antepasados cuando se establecieron en lo que se convertiría en nuestro hogar. Todavía recuerdo cuando vi mi primera pieza de cerámica en Playa Jayuya y pensé: “Mis antepasados hicieron esto hace más de mil años, y ahora lo tengo en mi mano”.
Espero que encuentren este kit informativo y, a su vez, tan interesante y significativo como lo es para mi.
José L. Marrero-Rosado
Candidato Doctoral en UC Berkeley
¿Quién vivió en el Caribe antes de la conquista española? La mayoría de las personas, incluyendo a los habitantes actuales del Caribe, responderán con “Los Taínos”. Esta respuesta no es del todo incorrecta. Sin embargo, simplifica lo grande y complejo de la historia. Los taínos fueron sin duda el grupo cultural que alcanzó los niveles más altos de organización política en el Caribe. Practicaban la agricultura y eran más hábiles en las artes que los grupos que los precedieron. Dado que tuvieron una fuerte presencia durante la conquista, sus historias y vidas quedaron plasmadas tanto en el registro arqueológico como en los documentos escritos de los colonizadores españoles. Antes de entrar en detalles sobre la sociedad Taína, primero debemos tener una idea de la línea de tiempo de esta área. El Caribe no fue un área estática, al contrario, hubo múltiples olas migratorias que resultaron en distintos grupos culturales a lo largo del tiempo, culminando con el surgimiento de los taínos.
El Caribe (ver Fig. 1) se encuentra en la región tropical de las Américas y está formado por más de 100 islas muy próximas entre sí. Cuando llegaron los primeros exploradores indígenas hace 6,000 años, habrían visto un ambiente que se asemeja al que vemos hoy: cálido y húmedo, y con una densa vegetación. Sin embargo, hay algunas diferencias importantes. Primero, la mayoría de las islas eran mucho más grandes en ese entonces. Las islas son más pequeñas hoy en día debido al aumento del nivel del mar por el cambio climático, así como a la erosión causada por factores naturales como los huracanes. En segundo lugar, las plantas y los animales también eran diferentes de lo que vemos hoy, ya que la mayoría de las especies presentes ahora en el Caribe fueron introducidas por sus habitantes durante los últimos milenios. Además, algunas especies de animales endémicos del Caribe se extinguieron después de la llegada de los primeros habitantes, incluyendo una especie de perezoso gigante y otros mamíferos grandes. Finalmente, cuando llegaron los primeros habitantes, habrían visto tierras con una vegetación mucho más densa de la que vemos hoy. Esto es debido principalmente a que los colonos europeos usaban las islas para cultivar cosechas de valor, como el algodón, el azúcar, el tabaco y el café. Los colonizadores europeos hicieron que los esclavizados despejaran miles de acres de tierra para cultivar estas plantas.
Los primeros exploradores indígenas llegaron al Caribe hace casi 6,000 años (ver Fig. 2). Desde entonces, el Caribe vio múltiples olas migratorias tanto desde América Central como desde América del Sur. Estas múltiples migraciones llevaron al Caribe a convertirse en un lugar de encuentros culturales, donde diferentes grupos se encontrarían y asimilarían (es decir, se volverían más similares), para luego separarse y diferenciarse. En lo que sigue encontrarán una línea de tiempo básica de las principales olas migratorias y de los principales grupos culturales en el Caribe previo al contacto europeo.
En la línea de tiempo anterior vemos que el Caribe cambió a través del tiempo y que la migración y los encuentros culturales dieron forma a su historia. En los primeros días del asentamiento caribeño, se esperaría ver a los Arcaicos buscando comida y practicando la horticultura a pequeña escala. Sus asentamientos demostraron que eran sociedades igualitarias, sin diferencias claras en el tamaño o la ubicación de los edificios basados en personas de diferentes clases sociales. Sin embargo, cuando llegamos al período de los taínos, veríamos que la gente pasa más tiempo practicando la agricultura. Los Taínos, adicionalmente, dedicaron más tiempo a actividades ritualistas y de ocio. Además, los cacicazgos de los taínos nos muestran que algunos individuos tenían más poder. Podemos concluir esto porque algunos bohíos eran más grandes que otros y estaban más cerca de las plazas ceremoniales.
Un área de constante discusión y debate dentro de la historia caribeña es referente a que sucedió con los taínos después de la llegada de los españoles. La mayoría de los libros de historia y las narrativas comunes dicen que los conquistadores eliminaron a los Taínos unas pocas décadas después de la conquista. Las evidencias utilizadas para respaldar estas narrativas son abusadas mayormente en las cuentas españolas sobre el descubrimiento y la colonización del Caribe. Uno de dichos documentos incluso afirma que un misionero español llegó en 1545 a Puerto Rico y solo encontró unos 60 taínos. Las enfermedades, la hambruna, y la esclavitud fueron los principales factores que contribuyeron a una desaparición tan rápida.
Aunque se cree que los taínos como grupo cultural fueron llevados a la extinción por los colonizadores españoles, la historia oral en el Caribe siempre ha sugerido que algo de la herencia Taína sobrevivió en la mezcla de conquistadores españoles, y los africanos y taínos esclavizados (y escapados). Sin embargo, no se había podido medir el alcance de esta supervivencia. Los estudios de ADN cambiaron esto.
Durante las últimas décadas, el ADN se ha convertido en un tema central de investigación dentro de los estudios del Caribe y su historia previo al contacto europeo. Inicialmente, los genetistas y antropólogos se enfocaron en estudiar el ADN de diferentes comunidades vivas en el Caribe que se pensaba que tenían una herencia Taína más fuerte. En Puerto Rico, estos estudios concluyeron que estas comunidades y la población en general compartían un porcentaje similar de ascendencia indígena. En otras palabras, aunque eran genéticamente similares, algunas comunidades habían mantenido una identidad cultural taína más fuerte que la población en general.
Las últimas dos décadas han traído consigo un enorme progreso en la investigación del ADN. Ahora podemos obtener y analizar ADN de muestras muy antiguas. También podemos secuenciar todo el genoma de un individuo (aunque es más difícil con muestras más antiguas). Además, también podemos secuenciar el ADN mitocondrial, que se hereda solo de la madre, y el cromosoma Y, heredado solo del padre. Usando estas técnicas en el Caribe, los investigadores han podido secuenciar el ADN de más de un centenar de restos óseos precolombinos de múltiples islas (principalmente de las Antillas Mayores). A partir de estos datos, los investigadores han concluido que los habitantes caribeños actuales son de hecho descendientes directos de grupos pre-taínos y taínos, y que la herencia matrilineal indígena está presente fuertemente en la actualidad. La herencia patrilineal indígena, por otro lado, está mucho menos presente en comparación con la herencia matrilineal. ¿Qué significa esto? Significa que los hombres no taínos tuvieron hijos con mujeres taínas. Esto sugiere que las familias y comunidades taínas fueron destruidas, pero los taínos como individuos, particularmente las mujeres, sobrevivieron y tuvieron hijos.
Los datos de ADN, por lo tanto, nos han permitido ver una imagen más clara y certera sobre la “desaparición” de los taínos. Puede que no hayan sobrevivido como grupo cultural, pero sus miembros no desaparecieron tan rápido como sugieren los registros históricos.
A medida que los grupos indígenas del Caribe exploraron, se establecieron y se adaptaron a su nuevo entorno, con el tiempo, pudieron dedicarse a otras actividades más allá de la subsistencia. Podemos ver la importancia de los rituales y de las actividades de ocio de los taínos por el hecho de que sus plazas ceremoniales (Fig. 3) estaban ubicadas justo en medio de sus cacicazgos. Estas plazas ceremoniales se utilizaban casi exclusivamente para dos propósitos, jugar batey y sostener areytos.
Batey era un juego de pelota que practicaban los taínos, y se parece mucho al juego de pelota que jugaban otros grupos indígenas de Centro y Sudamérica, como los Mayas. El juego consistía en golpear una pelota de goma de un lado de la cancha al otro, con el objetivo final de no dejar que la pelota rebotara más de una vez. Cada equipo tenía más de una docena de jugadores. Curiosamente, los hombres y las mujeres jugaban de manera diferente, como lo atestiguaron algunos de los misioneros españoles. Los hombres generalmente golpeaban la pelota con los hombros y los muslos/caderas, mientras que las mujeres golpeaban la pelota con las rodillas y los puños cerrados.
Areytos, por otro lado, eran eventos ceremoniales. Estos eventos no eran idénticos todo el tiempo (no tenían una estructura particular), y variaban según el motivo de cada uno. Por ejemplo, las comunidades taínas realizaban areytos antes / después de las batallas a modo de celebración, después de las muertes y, a veces, con la única razón de conectarse con el mundo espiritual. Los areytos normalmente incluían cantos, bailes, percusión, bebida, e incluso el uso de drogas alucinógenas. Para ayudar a los Taínos a conectarse con el mundo espiritual, estas plazas ceremoniales estaban rodeadas de piedras, algunas de las cuales estaban talladas con petroglifos antropomórficos y zoomorfos. Estas piedras talladas se llaman cemíes.
Batey y Areytos eran fundamentales en la vida diaria de los Taínos. Esto lo podemos decir por el tamaño y la ubicación de las plazas ceremoniales donde se llevaron a cabo. Además, estas plazas fueron las construcciones más significativas de los taínos. Dedicaron mucho tiempo y recursos a construirlos, lo que sugiere que eran importantes para la comunidad. Confirmando esto, algunos relatos de los colonizadores españoles llegan a decir que los taínos no querían hacer nada más que jugar al batey y sostener areytos. Pero hay que tener en cuenta: esta visión es probablemente una sesgada por un colonizador frustrado que estaba enojado porque los taínos se resistían a la esclavitud y al trabajo forzado.
Los encuentros culturales han sido fundamentales en la formación de la historia y los pueblos caribeños. Pero uno se puede preguntar, ¿cómo pueden estos encuentros culturales ser tan centrales en la historia del Caribe cuando las islas están divididas por agua? Con una superficie de más de un millón de millas cuadradas, el Mar Caribe se erige como el sexto mar más grande del mundo, superando incluso al Mar Mediterráneo (~ 965,000 millas cuadradas). Por tanto, es natural pensar en el mar como una barrera. Los investigadores e historiadores caribeños han estado intentando cambiar esta percepción del mar, no solo durante las primeras fases de ocupación, sino incluso durante el período de conquista y el período colonial. El mar entre las islas no era una barrera en lo absoluto, y algunos historiadores sugieren que, por el contrario, debería verse como una autopista.
Ver el agua como una carretera no es una idea ilógica. Durante el tiempo de los taínos (y pre-Taínos), nadie podía viajar tan rápido como lo hacemos hoy, pero la tecnología para viajar por el mar estaba disponible incluso durante el período arcaico. De hecho, hasta la invención de los ferrocarriles, viajar por agua era la forma más rápida de transportación en todo el mundo.
Para comprender mejor cómo los habitantes del Caribe pudieron viajar a través de las islas, vale la pena revisar nuevamente el mapa de la región del Caribe. Esta vez, observa la distancia desde la Península de Yucatán hasta el oeste de Cuba, y en Sudamérica desde Trinidad y Tobago hasta Granada. Estos dos viajes fueron los más largos que tuvieron que hacer los arcaicos y pre-taínos. Ya en Cuba o Granada, todas las demás islas están a la vista unas de otras, lo que hace que los viajes y conexiones entre las islas sean bastante posibles.
Cuando llegaron los españoles, los taínos usaban canoas sofisticadas (Fig. 4). Los españoles encontraron dichas canoas impresionantes, ya que estaban muy decoradas y talladas. Los Taínos se esforzaban en el aspecto y diseño de las canoas, ya que esto también era un signo de poder y clase social.
¿Con qué frecuencia viajaban los pre-Taínos y los Taínos? ¡Mucho! Muchas líneas de evidencia apoyan esto, y todas están relacionadas con el contacto cultural y la asimilación que resultó. Por ejemplo, los arqueólogos han utilizado históricamente la cerámica como una forma de identificar grupos culturales porque cada grupo a menudo desarrolló sus propios estilos de cerámica. Pero en el Caribe, esto ha sido bastante difícil porque hay un flujo constante de asimilación y diferenciación en las técnicas de cerámicas. Otra evidencia proviene del registro histórico. Hay muchos relatos españoles que describen a los taínos que llegan de otras islas, a menudo con el propósito de hacer tratos o trueques. De hecho, los españoles presenciaron la llegada de Taínos de Jamaica a Puerto Rico. Además, hay relatos históricos de otros grupos culturales, como los Caribes insulares, que viajaron desde las Antillas Menores a las Antillas Mayores también con fines comerciales, incluido el comercio de madera para la fabricación de canoas. En adición, recientemente se descubrió evidencia genética que confirma la interconexión de las islas caribeñas y sus habitantes. En un estudio que analizó más de cien genomas, ¡pudieron encontrar varios relativos (individuos con lazos familiares) que vivieron (o murieron) en diferentes islas del Caribe! Este estudio concluyó que esta red de interconexión entre diferentes islas del Caribe era más fuerte en las culturas pre-Taína y Taína que en la cultura Arcaica.
No hay duda de que los paisajes acuáticos fueron clave para el comercio y las redes sociales de los Taínos, gracias a sus conocimientos y habilidades en torno a la tecnología de canoas y botes. Aquí también vemos un ejemplo de cómo los taínos interactuaron con el medio ambiente y su entorno de una manera que les permitió establecerse, adaptarse y crecer en su nuevo hogar.
Uno de los cambios más curiosos en las prácticas culturales Taínas ocurrió entre el período Saladoide y el Ostionoide (principio de los siglos EC a 1,200 EC), y fue la forma en que trataron a sus muertos. Lo interesante de este cambio es que hay varios yacimientos arqueológicos en los que se puede ver este cambio a través del tiempo. Esta evidencia arqueológica refleja los cambios en la organización social y política que también se produjeron durante dicho periodo.
En los sitios arqueológicos del período Saladoide (primeros siglos EC), es común encontrar un cementerio comunal, muchas veces en el centro del cacicazgo o en otra ubicación central. Este cementerio comunal evidencia la naturaleza igualitaria de los habitantes del Caribe en ese momento. Todos fueron tratados más o menos igual después de la muerte.
A medida que nos adentramos en el período Ostionoide (que comienza alrededor del año 600 EC), comenzamos a ver evidencia de jerarquía social y política en cosas como casas y entierros. A diferencia de los saladoides, los ostionoides comenzaron a enterrar a sus muertos cerca de la casa del fallecido. Esto sugiere que las personas comenzaron a verse a sí mismas como miembros de hogares individuales, en lugar de pensar en toda la comunidad como una. Estos cambios también tienen otras implicaciones. Por ejemplo, sugieren que la clase social de las personas estaba relacionada con su hogar.
Los sitios arqueológicos de Caguana (Utuado, Puerto Rico) y Tibes (Ponce, Puerto Rico) son dos de los mejores ejemplos de estos cambios en las prácticas funerarias. Ambos sitios estuvieron habitados durante los dos períodos de tiempo, Saladoide y Ostionoide. Además, también comparten un diseño similar con respecto a las plazas ceremoniales. Durante las excavaciones arqueológicas de la plaza ceremonial Ostionoide de ambos sitios, los arqueólogos encontraron un cementerio común debajo de ellos. Tras una mayor investigación, en ambos casos, los cementerios fueron fechados al período Saladoide. En otras palabras, esta ubicación central en este sitio fue utilizada como cementerio por los saladoides, y luego como una plaza ceremonial por los ostionoides. Lo que era importante para ellos, y lo que tenía que estar en el centro de su comunidad, cambió con el tiempo. Estos hallazgos fueron realmente notables y nos dieron una rara visión de cómo se observa en la evidencia arqueológica un cambio social y político.
La sección acerca de los areytos Taínos nos introdujo a su sistema de creencias. Como cualquier otra cultura, los taínos tenían una forma particular de ver el mundo físico/natural y espiritual. En este caso, ambos mundos estaban interconectados. En efecto, las deidades Taínas casi siempre están ligadas al mundo natural, teniendo elementos naturales como el agua y la tierra representados en figuras antropomórficas y zoomórficas.
Para conectarse con el mundo espiritual, los taínos sostenían areytos. Los elementos clave para una conexión exitosa con el mundo espiritual incluían la conciencia alterada por las drogas alucinógenas, así como los poderosos cemíes que rodeaban la plaza ceremonial. Sin embargo, no todos alcanzaban el estado necesario para comunicarse con los dioses. Esto era algo que generalmente se dejaba para los nitaínos, caciques y líderes religiosos, otro ejemplo de la jerarquía social que surgió en la cultura Taína.
La sección de plazas ceremoniales explicó que los cemíes son esculturas talladas con poder espiritual. Estos artefactos tallados son característicos del arte y la mitología Taína, y el poder espiritual que otorgaban no se puede subestimar. Dada su importancia, no es sorprendente que los elementos más sofisticados y laboriosos del arte y la infraestructura Taína fueran estos cemíes (Figuras 5 y 6). Por ejemplo, plazas ceremoniales como la de Caguana podrían tener más de una docena de cemíes tallados en paredes de piedra. Estos muros de piedra estaban compuestos por rocas pesadas que a veces superaban el metro de altura. Llevar las piedras allí y tallarlas requirió mucho trabajo, especialmente porque no tenían herramientas de metal. Esto habla de la importancia de estas plazas y de los propios cemíes. Lo que también es fascinante es que el poder y el estatus de los caciques taínos provienen de dos fuentes principales: el número y tamaño de las plazas ceremoniales en sus cacicazgos y el poder real de sus cemíes.
Taínos believed in multiple gods and deities, each with a contribution to the world. For example, their religious stories explain how deities created the world and the ocean, how they found fire and cassava, and more. Additionally, the Taínos also had complex beliefs about their own origins. They believed that their ancestors were descendants of the island of Hispaniola. In their view, the island itself was a feminine living creature. Furthermore, they believed that its caves were connectors between the living creature and the outside world. These caves represented things like heaven, the underworld, the place of creation (womb), and even one for waste (because they saw Hispaniola as a living creature). As it would be expected, the Taíno also had a prophecy about the end of the world.
"Taíno - Native Heritage and Identity in the Caribbean" from National Museum of the American Indian
"How Ancient DNA Can Help Recast Colonial History" from The Atlantic